El papel del sentimiento III

El odio

¿Qué es el odio? ¿De donde nace? Son dos preguntas importantes, son dos preguntas vitales para la vida de muchas personas, odiar es lastimarse uno mismo, dañarse por dentro y así sentirlo por fuera. 

Yo he aprendido que odiar, es de las cosas más deplorables que puede hacerse uno mismo, que el odio jamás traerá una alegría ni una dicha al alma. El odio vive en la sociedad, en la humanidad; no podemos negar que somos parte de estos elementos, pero de eso a que tengamos que replicarlo, hay mucha distancia.

¿Qué gana el alma con el odio? Pues la respuesta es sencilla, absolutamente nada, nada bueno podrá salir de un sentimiento que no es propio del humano(singular de un solo y único individuo) pero si de la humanidad(conjunto de individuos que viven en un mismo entorno) El odio se aprende, es la herencia de una sociedad en decadencia, sin moral, sin un camino que seguir.

Ya que hoy en día los modelos de vida son tan pragmáticos  tan aprendidos, tan marcados por tendencias sociales que nos inyectan. Y que desgraciadamente nos dejamos inyectar, y las asimilamos como nuestras. Esta docilidad a llevado a nuestras relaciones, familias, comunidades y demás que sigan en el escalafón organización de la sociedad a cada día ser más miserables.

¿Nace alguien en su vida odiando? No, puesto que al nacer somos seres tan puros y cristalinos, tan perfectos, tan moldeables y tan maleables. Por eso es que cuando se llega al pleno entendimiento, se aprende a quitar los sentimientos colectivos, para fortalecer los individuales.

Así que si odias, no odias a nada ni a nadie, que no sea a ti misma.

Y de seguro que la vida cambia cuando se vive sin odio, odiar es la negación a vivir.

Enseña a odiar, y estas enseñando a ser infeliz a alguien